Este miércoles, el exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, fue deportado a México tras pasar siete años en prisiones de Estados Unidos, donde fue condenado por lavado de dinero en 2023. A su llegada, fue detenido por autoridades mexicanas para enfrentar nuevas acusaciones por delitos contra la salud y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana informó que su entrega se realizó cerca de las 14:30 horas a través del cruce fronterizo entre Tijuana, Baja California, y San Isidro, California, donde fue recibido por Interpol México, dependiente de la Fiscalía General de la República (FGR). Posteriormente, fue trasladado al penal de máxima seguridad del Altiplano, en el Estado de México.
Yarrington, quien gobernó Tamaulipas de 1999 a 2004 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue arrestado en 2017 en Italia y extraditado a Estados Unidos en 2018. En ese país, aceptó su culpabilidad como parte de un acuerdo con la fiscalía, por lo que fue condenado a nueve años de prisión, de los cuales sólo cumplió una parte.
Su repatriación se da en un contexto de colaboración bilateral creciente entre México y EE.UU. en materia de seguridad y combate al narcotráfico, especialmente tras la presión del Gobierno estadounidense para que se intensifiquen los esfuerzos contra los cárteles que trafican fentanilo. La entrega anticipada de Yarrington ha generado interrogantes sobre el trasfondo político y diplomático de su retorno.
La Fiscalía mexicana inició la investigación contra Yarrington en 2012, y desde entonces lo ha señalado por su presunta colusión con el crimen organizado durante su mandato. Aunque él negó reiteradamente estos vínculos, parte de sus declaraciones se contradicen con los hechos que él mismo reconoció ante la justicia estadounidense, incluyendo un esquema de lavado de dinero a través de inversiones inmobiliarias en Texas.
Con su reingreso al sistema penitenciario mexicano, Yarrington enfrenta ahora un nuevo proceso penal que podría extender considerablemente su tiempo tras las rejas.
