La clase masiva de Box organizada por la presidenta Claudia Sheinbaum y para la cual convocaron a los gobernadores y alcaldes a participar, en la ciudad de Chihuahua, fue un éxito pero no tuvo peso político alguno.
Al acto que fue impulsado por la gobernadora Maru Campos como un acto solidario para la mandataria federal, no fue ni Maru Campos ni el alcalde Marco Bonilla, este último, un gustoso del pugilismo de todos los niveles.
Algunos funcionarios estatales que acudieron fueron Alan Falomir, Gabriel Valdez, Hugo Gutiérrez y Enrique Rascón, aunque trascendió que su asistencia obedeció a que la propia Maru Campos se los pidió para que fueran en su representación.
De la ausencia del alcalde Marco Bonilla, no se dijo nada aunque llamó la atención que días atrás se había visto entusiasmado con en el evento.
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El informe de actividades y salida del hoy ex presidente de la Confederación Nacional Campesina, Carlos Manjarrez Domínguez, dejó ver mucho de lo que se puede esperar para el proceso electoral 2027.
El primer punto a destacar es que la CNC fungió por décadas como un “brazo armado” del PRI, incluso fueron ellos quienes le operaron unas de las redes ciudadanas más grandes, en Chihuahua a César Duarte y en el país, a Enrique Peña Nieto.
Ahora el apoyo fue volcado totalmente al morenista Cruz Pérez Cuéllar, quien por cierto, le organizó una comida a los que fueron morenistas y algunos priistas que prefieren voltear para otro lado y no ver el rumbo guinda que lleva pintado la CNC.
La presencia de Manque Granados, amiga cercana y pilar de la gobernadora Maru Campos, ha despertado los rumores dentro del panismo radical de ultraderecha, y ha sido duramente criticada, incluso al grado de compararla con un Javier Corral.
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La verdugo encargada de la oficina de Relaciones Públicas de Maru Campos, Ana Cristina Anaya, al parecer ha seguido despidiendo gente a diestra y siniestra.
En los pasillos del Palacio de Gobierno se ha señalado a la funcionaria, famosa por su actitud déspota y conflictiva, de ser la autora intelectual del despido de personas, no sólo de Relaciones Públicas, sino de otras áreas como la Coordinación de Comunicación Social.
Dicen los que saben, que Ana Cristina ordenó despedir a un joven encargado de gran parte de las funciones de Radio y Televisión del Gobierno del Estado, y que aparte de haber acabado con todo el equipo encargado de la organización de los eventos, ahora le ha seguido pegando a los puestos menores, sin importarle cargarle la chamba a los pocos que aún siguen en esa oficina.